Sensores manuales se desarrollarán para detectar diferentes tipos de metales pesados, explosivos y compuestos de flúor. Cuando los sensores se exponen a los contaminantes en agua o sedimento, el sensor cambia de color para que la concentración aproximada pueda ser determinada. Los viequenses pueden entrenarse para usar estos sensores simples y, junto al equipo del proyecto, puedan establecer un plan de muestreo – dónde, cuándo y qué muestrear. Algunas muestras tradicionales se tomarán para garantizar la calidad de los datos al medirla en los laboratorios de la universidad y compararla con las medidas que tomen estos ciudadanos científicos.

Los datos de contaminantes que sean recogidos deben apuntarse o guardarse en un “App” en un teléfono inteligente y luego mostrarse en un mapa de Vieques. Estos mapas de “lugares de alta contaminación” serán examinados por los ciudadanos científicos y el equipo del proyecto para ajustar periódicamente el plan de muestreo. Juntos, esperamos identificar de dónde viene la contaminación, cuán altos son sus niveles y por cuáles vías expone a las personas a estos contaminantes.